martes, 15 de noviembre de 2011

Ya no somos quien quisimos ser, aquellos días del maravilloso junio.
Ni podremos pasear por los parques, ni arroparnos en las gélidas noches de noviembre.
Y donde quedaran los abrazos, presentes en la mente.
El mundo del pensamiento parece un universo, infinito.
Esperando en el fondo del abismo, tan cruel, tan frio, tan solo.
De esperar el mundo se desesperó, y yo con el
El mundo, el tiempo, la eternidad.
Los días que vivimos.
La luna llego a lo más alto siendo tan bonita, tan brillante.
Ahora los pájaros cantan solos.